Más de un centenar de personas ha visitado las obras realizadas con lana de oveja recién esquilada de los ocho artistas de diferentes países que han participado en el III Simposio Internacional de la Lana celebrado en la finca El Arreciado de Sevilleja de la Jara (Toledo).
Los artistas, procedentes de Pakistán, Colombia, Reino Unido y Argentina, además de España, comenzaron el pasado martes a materializar sus proyectos que después pudieron contemplarse durante la jornada de puertas abiertas que tuvo lugar el sábado, a la que asistieron más de 100 personas, según ha indicado la organización en nota de prensa.
Abdul Jabbar Gull, de Pakistán, fue el primero en presentar su obra "Ordinary Soul", "un rostro hierático de enormes dimensiones" realizado sobre la ladera de una colina que forma parte de una serie que el artista está realizando con diferentes materiales y que investiga sobre la esencia del ser humano.
Simbiosis
A continuación le llegó el turno a Osvaldo Giuliani, artista argentino acostumbrado a trabajar en la naturaleza, que realizó un montaje titulado "Micorriza" sobre un gran alcornoque para representar la simbiosis que ocurre bajo la tierra entre un hongo y las raíces del árbol.
El británico Bob Budd ofreció a los asistentes su particular visión de "El Quijote" con una pieza en la que don Quijote era una estructura angulosa recubierta de lana que sustentaba en su fragilidad la descomunal redondez de dos silos que figuraban ser Sancho Panza.
El dúo español Narayana, formado por Natalia Auffray y Ana Pérez, propuso en "Abrigarse en los límites" un recorrido alrededor de un cercado donde iban apareciendo ventanas enmarcadas en lana azul que invitaban a mirar a través de ellas y a fijar la atención en diferentes elementos del paisaje.
La poetisa española Mónica Gabriel y Galán, a modo de oveja líder, condujo a los visitantes (rebaño) por un camino marcado con una línea de lana kilométrica que se perdía en el horizonte y que retaba a descubrir dónde y cómo acababa.
Lana sube, lana baja
La última presentación fue la de la colombiana afincada en Austria Adriana Torres, que escribió en lana sobre el suelo y con forma circular un acertijo muy famoso en Colombia que daba título a su performance: "Lana sube, lana baja".
Una vez que la autora lo recorrió recitándolo se colocó en el centro y comenzó a "esquilarse" para dejar su cabeza totalmente rapada.
Los participantes en este simposio han tenido a su disposición 500 hectáreas de terreno y la lana recién esquilada de un rebaño compuesto por unas 250 ovejas de raza pura talaverana de las que han obtenido entre 300 y 350 kilos de este material con el que han realizado sus obras. |